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jueves, 16 de agosto de 2012

Del Homo Sapiens al Homo Depredator o cómo fabricar la sexta extinción masiva de especies y que parezca un accidente natural


Propietario del cerebro más desarrollado de la naturaleza, el Homo Sapiens estaría consumando la 6ta extinción masiva de especies a partir del extractivismo, símbolo del desarrollo y la sci-tech, que lo apuntala.
Cocinar los alimentos, que supuso la facilidad de masticación y de digestión, habría sido causal directa del espectacular desarrollo del cerebro que nos permitió evolucionar hacia 'Homo Sapiens': nuestros antepasados aprendieron a usar el fuego y desataron la (r)evolución que nos trajo hasta aquí. ¿Es la biodiversidad hoy, lo que el fuego para nuestros antepasados?. En El País de las Amapolas nada, es un accidente natural...


"Close to the Edge". Yes. 1972. (Cerca del abismo). De esos años donde la conciencia ecológica despertaba en el mundo...

DIGESTIÓN Y EVOLUCIÓN
PARA UN HOMO SAPIENS DEPREDATOR
El fuego estaba ahí. Es casi seguro que lo primero que observaron, cuando lo contemplaron por vez primera en la noche, fue que iluminaba como un sol pequeño. Más tarde, que servía para cocinar alimentos, que los hacía más tiernos, fáciles de trozar y más sabrosos. Por fin, aprendieron a crearlo, sin depender del rayo ni del sol. Lo que continuó fue vertiginoso.
Los alimentos cocidos, al ser más fáciles de masticar, permitieron en un lapso de tiempo breve –en términos de evolución-, que la excesiva mandíbula se redujera, adecuándose al tipo de alimento que se ingería. Esto permitió el crecimiento de la cavidad craneal.


Eb la ilustración puede visualizarse la reducción de la mandíbula y el crecimiento de la cavidad craneal. A la derecha, el perfil craneal del Homo Erectus. A la izquierda, Homo Sapiens.

Pero había más: los alimentos cocidos no solo eran más fáciles de masticar sino también de digerir. No del todo carnívoro y no del todo herbívoro, nuestro aparato digestivo también fue adecuándose a la nueva dieta, decreció su tamaño y aumentó su efectividad.
Al cocer los alimentos, y gracias al eficaz trabajo del aparato digestivo, el organismo obtuvo mucha mayor cantidad de energía… Y esa energía fue utilizada por el cerebro para pegar su espectacular crecimiento y desarrollo.
¿Por qué, entonces, estamos guiando –a sabiendas- una extinción masiva de especies?

Todos los fuegos el fuego
¿Existía ya la humanidad, cuando esta comenzó a controlar el fuego, o fue el control del fuego lo que nos convirtió en humanos?, se pregunta Jorge Laborda[1] en "Neuroevolución cocinada".
"El fuego nos hizo humanos; sin él, nunca hubiésemos desarrollado un cerebro tan grande y una inteligencia superior al resto de la escala zoológica", responde contundente Richard Wranghan en "Catching fire. How cooking made us human", ("Atrapando el fuego.  Cómo  cocinar  nos  hizo  humanos"), citado por Laborda.
Pero Wranghan dice más y sostiene que las modificaciones y adaptaciones del organismo del Homo Erectus, produjo un fenómeno único en la naturaleza: el ser humano no podía nutrirse adecuadamente a base de alimentos crudos.
Hace  1,9  millones  de  años, tras el  Australopitecus y el Homo Habilis, surgió  Homo Erectus, que traía como novedad una constitución anatómica diferente; Erectus era una versión notablemente mejorada en cuanto a tamaño corporal, piernas y pies, y, ayudado por la disminución del aparato digestivo y del 21% de la superficie mandibular mientras la capacidad craneal aumentaba el 42%, permitió un crecimiento espectacular del cerebro. Y con él, produjimos lenguaje. 

Evolución del cráneo y tamaño del cerebro: desde el Australopithecus africanus, Homo habilis, Homo Erectus, Homo Neandertalensis hasta Homo sapiens. La curva indica el aumento del volumen del cerebro (eje vertical) y los millones de años transcurridos. Fuente: www.linternaute.com
Con dibujos simples, este gráfico viene a explicar al anterior y nos dá una pauta del aspecto de nuestros antepasados y el tamaño del cerebro. La ciencia aún no ha encontrado un hommínido con cerebro de mosquito, por lo cual, la existencia de la clase política deberá explicarse desde otra perspectiva. 
Fuente: www.plantsciences.ucdavis.edu

Foto de familia de todos nuestros antepasados. 
Fuente: blog "cuadernosdealfonsosalazar". blogspot.com

¿Cuánto cuesta el cerebro?
El cerebro es el órgano más costoso del organismo: consume el 25% de las calorías de un adulto. En el caso de los bebés, el cerebro consume el 75% de la energía corporal. 
"El aumento de la talla del cerebro y de su coste energético tuvo que ser compensado por una disminución similar en el coste de otro órgano", apunta Laborda. Y el órgano que disminuyó su tamaño fue el aparato digestivo, el encargado de extraer energía de los alimentos.
El cocinado de alimentos fue el disparador de estos cambios: "La energía que debe  invertirse en el proceso de digestión, en la producción de enzimas digestivos, etc., es menor que con los alimentos crudos. De esta forma, el balance energético neto es superior, lo que favorece la supervivencia y la capacidad reproductiva (…) y (esa energía metabólica) pueden así emplearla en el crecimiento del cerebro".
"Por último, cocinar los alimentos pudo permitir más tiempo para usar el cerebro en otras tareas que no fueran conseguir comida".

Del Homo Sapiens al Homo Depredator o cómo fabricar la sexta extinción masiva de especies y que parezca un accidente natural
17.291 especies están en peligro de extinción, sobre un total de 47.677 especies evaluadas. Los datos aparecen en la lista Roja deEspecies Amenazadas de UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).
Otros datos muestran que el 21% de los mamíferos conocidos, el 30% de los anfibios, el 12% de las aves, el 28% de los reptiles, el 37% de los peces de agua dulce, el 70% de las plantas y el 35% de los invertebrados evaluados están amenazados.
Investigadores de la Universidad de California (Berkeley) dirigidos por Dr. Anthony D. Barnosky, publicaron un estudio cuya principal conclusión es que el mundo podría sufrir la sexta extinción masiva de especies, en un lapso de tiempo estimado entre tres y 22 siglos.


El Dr. Anthony Barnosky estudia cómo los cambios ambientales afectan a los ecosistemas y la evolución, analizando biodiversidad y biogeografía de los mamíferos, desde una perspectiva paleontológica.

"Estas observaciones sugieren que los humanos están causando la sexta extinción en masa, a través de la cooptación de los recursos, fragmentación de hábitats, la introducción de especies no nativas, diseminación de organismos patógenos, matando a las especies directamente, y el cambio climático global.
"(…) establecimos un listón muy alto para el reconocimiento de la extinción en masa, este es la pérdida de la diversidad extrema, que caracterizó a las muy inusuales Cinco Grandes Extinciones. Nos parece que la Tierra podría llegar a ese extremo en tan sólo unos pocos siglos, si las amenazas actuales a muchas especies no se alivian". ('Has the Earth’s sixth mass extinction already arrived?', Nature, 3 March 2011 / Vol 471).
Como bien describe el autor, este importante incremento del número de especies en situación crítica, es consecuencia directa de las prácticas de las industrias extractivas: la industria petroquímica, la minería y la agricultura industrial cuyas formas de extracción-producción, destruyen hábitats naturales, deforestan a gran escala, convierten el uso de tierras y contaminan. Y como éramos pocos, apareció el cambio climático.


Megaminería a cielo abierto. En la foto puede observarse las fuentes de agua muy próximas a la mina y su utlización en la producción. Las áreas verdes han sido destruídas para extraer el mineral y solo subsisten alredor de la mina, donde pronto desaparecerá por contaminación. Los habitantes del pueblito que se observa al pié de la mina, sufrirán todo tipo de enfermedades. Foto: taringa.net  

La propuesta de la agroindustria basada en la mega-producción de monocultivos sembrando semillas genéticamente modificadas y el uso indiscriminado de fumigantes tóxicos, no solo cambian el uso natural del suelo sin dar lugar a la "sucesión ecológica", sino que consumen sus nutrientes y agotan su carga de agua. Los resultados son devastadores: desertificación del suelo.  Foto: taringa.net

Deforestación de los montes de México. Foto: wltmx.blogspot.com

Deforestación del Amazonas y reconversión del uso de suelo hacia la agricultura y el monocultivo. Foto: Instituto Brasilero de Información en Ciencia y Tecnología. www.ibict.br

Veamos en el gráfico que sigue, las 5 extinciones masivas de especies:

Como se puede observar, los porcentajes de especies extintas son muy elevados; en promedio, desapareció entre el 60% y el 84% de las especies en cada una de las extinciones.
No hay certezas acerca de las causas de la extinción pero sí existen innumerables teorías que van desde una extrema actividad volcánica, pasando por la acidificación de los océanos hasta meteoritos de proporciones que chocaron contra la Tierra, provocando el mayor desastre ambiental. ¿Desastres? ¿Evolución?
Se sabe, asimismo, que la recuperación de la fauna y flora terrestre fue mucho más lenta de lo que se pensaba[2]
¿Ocurrirá una sexta extinción masiva?
Esta pronosticada 6ta. Extinción Masiva, sería la primera de origen no-natural sino, producto de la actividad mega-depredadora de una de las especies que habitan el planeta: el hombre, el más grande y letal depredador de recursos naturales y cuya competencia por los mismos, es contra todo el resto de las especies. Al apropiarnos de un altísimo porcentaje de esos recursos, provocamos un desequilibrio que podría atentar contra nuestra propia evolución.
Agroindustria vs agricultura familiar y campesina
"Los campesinos invierten mucho, no a través de mecanismos bancarios sino de su trabajo: construyen terrazas, riegos, aumentan la fertilidad del suelo y esto trae como consecuencia que la agricultura campesina es productiva", escribe Jan Douwe van der Ploeg, ingeniero agrónomo e investigador social en 'Agua, Imperio y Comunidad'[3]
"Por ejemplo, por cada hectárea que riega la agricultura industrial, quita el agua a siete hectáreas de producción campesina”.
“Todos los estudios serios existentes afirman sin dudas que tanto productiva, como económica, ambiental y socialmente la agricultura familiar es más eficiente que la agricultura empresarial”, remarca este profesor del Departamento de Sociología de Desarrollo de la Universidad Agrícola de Wageningen, Países Bajos.
Veamos el siguiente cuadro comparativo entre la agricultura industrial y la agricultura familiar
Fuente: Agua, Imperio y Comunidad , Jan Douwe van der Ploeg

A esto no debe perderse de vista que en septiembre de 2011, la FAO lanzó un alerta mundial acerca de la degradación de los suelos: "El suelo es un recurso no renovable. Se degrada fácilmente y su regeneración es lenta, difícil y costosa".
Los suelos del planeta están sometidos a una cada vez mayor presión debido a la competencia de 'usos de la tierra'. Su uso intensivo (monocultivos de soja, por ejemplo) y los cambios de 'uso' que se suceden en períodos relativamente cortos de tiempo, provocan una degradación dramática, y al cabo, desertificación y agotamiento de las fuentes de agua.

Dos gráficas que explican la composición del suelo. Fuentes: meted.ucar.edu y safa.edu.uy

Las estadísticas difundidas por la FAO dan cuenta que el mundo pierde un 1% de productividad por año, fruto de la degradación de los suelos. Los científicos afirman que la degradación de suelos, que afecta el 41% de la superficie del planeta.
El caso de las tierras de la provincia de Bs. As. (Argentina) es contundente; tierras que durante siglos fueron aptas para el pastoreo de ganado, hoy están convertidas en un desierto.
Laguna La Tigra, provincia de Santa Fé, otrora, zona de pastoreo de ganado. 
Foto: lanacion.com.ar
Prometeo podía robarles el fuego a los dioses y entregárselo a los hombres; pero si los hombres no hubiesen descubierto qué hacer con aquel fuego, ¿de qué habría servido aquel acto, aquel gesto y hasta la misma condena de Prometeo?

EL DOMINIO DE LA NATURALEZA Y LA SUCESIÓN ECOLÓGICA
A lo largo de su existencia –unos 10.000 años- el homo sapiens ha buscado domesticar la naturaleza y el entorno en el que vive. No obstante esta domesticación llevaba un pacto implícito: permitir a la naturaleza regenerarse.
Proveniente de culturas ancestrales que no han separado al hombre de la naturaleza, este pacto implícito permitió su dominio y domesticación, pacto que parece haber sido roto al menos, desde la revolución industrial.
Antonio Elio Brailovsky, economista y especialista en Medio Ambiente, aporta un ejemplo por demás interesante. Sostiene que la Amazonía no es un área completamente natural, porque a lo largo de miles de años las diferentes tribus indígenas que la habitaron, fueron produciendo profundos cambios ecológicos. No obstante, estos cambios se realizaron contemplando la “sucesión ecológica”.
Explicativo como se desarrolla la sucesión ecológica.
 
¿Qué es la "sucesión ecológica"?
Un mecanismo que la naturaleza utiliza para regenerarse. Este mecanismo puede ser descripto así:
1) Las especies pioneras se establecen y alteran el ambiente abiótico y modifican las condiciones ambientales de manera que nuevas especies colonicen el lugar y desplazan las especies pioneras.
2) A medida que al lugar se puebla se acumula materia orgánica en el suelo, esto hace que el ecosistema sea más productivo para otras especies.
3) Aumenta el número de especies animales y vegetales en el ecosistema y con ellas el número de niveles tróficos en las cadenas alimenticias.
4) Se llega al punto de equilibrio (clímax) cuando las comunidades del ecosistema se autoabastecen.
 
Imagen que explica la sucesión ecológica primaria, aquella que se produce desde un terreno árido. 
Fuente: ecologismo.com
La actividad normal de las tribus descriptas por Brailovsky era abrir franjas de terreno virgen para cultivar especies similares a las originales, pero más productivas, a fines de abastecer su alimentación y la de sus animales. Pasado un periodo de utilización, se abría otra franja de terreno, que permitía que la selva se regenere y cubra la franja antes utilizada. Esta práctica, que se sucediera a lo largo de miles de años, ha producido modificaciones respecto de la selva original; así, buena parte de su extraordinaria capacidad de (re)producción, podría deberse a su "artificialización".
Huella Ecológica
Cuando nos dijeron que 1,8 hectáreas por persona, es el promedio de consumo de cada ser humano, muchos no entendieron, pero el problema de la biodiversidad adquiría, a partir del cálculo de la "huella ecológica", nuevas dimensiones.
Sucede que enterarnos que el consumo promedio total de cada ser humano, puede ser producido en, aproximadamente, 1,8 hectáreas, nos permitía visualizar cuánto consumimos y cuál es el costo para la biodiversidad.
El cálculo, en aquel lejano 2001, se encontraba en 'Nuestra Huella ecológica. Reduciendo el impacto humano sobre la tierra', de Mathis Wackernagel y William Rees (University of British Columbia, Vancouver, Canada). La unidad métrica que establecieron es gha/cap (hectárea global per cápita). Las cifras proporcionadas fueron contundentes.
En EEUU la huella ecológica era de 5,10 ha / persona; es decir, se necesitaban 5,10 ha. para producir lo que un norteamericano consume.
En India, la huella es de 0,38 ha / persona
Las equivalencias dan una imagen clara de la carga ecológica que el consumo per cápita de cada país, provoca en el planeta.
Visto así, queda claro que un estadounidense consume tanto como 13,42 hindúes, mientras que un habitante mundial promedio, consume tanto como 4,73 "hindúes".
Otra visualización factible es pensar que 75 millones de "estadounidenses” consumen tanto como los 1.200 millones de "hindúes".
Estas cifras hoy, se han modificado: EEUU tiene una huella ecológica de 8.0 y la India, 0,8.



Fuente: Global Footprint Network - CAN (Comunidad Andina de Naciones)

"El planeta podría abastecer las necesidades de 28.000 millones de habitantes 'estilo hindú', pero sólo 2.100 millones 'estilo norteamericano'", sostienen Carlos Coviella, Leonardo Malacalza y María Andrea Casset en "Ecología General" (Capítulo VI, Las Poblaciones Humanas).
Las consecuencias son claras: "Si la población mundial deseara un estándar de vida semejante al hindú, habría aún lugar para más de 20.000 millones de personas más. Si en cambio el estándar deseado por todos es semejante al norteamericano promedio, entonces estamos ya consumiendo los recursos de casi tres planetas tierra"[4].
Estas cifras también expresan acerca del uso irresponsable de los recursos naturales y de la diferencia social que determina el acceso o no a dichos recursos.
Mientras tanto, en nombre del desarrollo, la industria y parte de la ciencia, piensan cómo explotar mejor los recursos; es decir, depredar más mientras nos alimentamos cada vez peor, con menos variedad y calidad de alimentos y recursos proteicos y todas estas modificaciones, son transmitidas genéticamente.
Blues de la Extinción: Adiós al 90% de las variedades de Frutas y Verduras 
La reducción de la diversidad de lo que comemos es dramática; gira en torno al 90% solo en los últimos 100 años, en una tendencia constante hacia la simplificación y uniformidad.
La industrialización de la producción de verduras, cereales, frutas, carnes, dirigida a su cotización bursátil, ha traído como consecuencia el abandono masivo de miles de variedades en pro de las virtudes exclusivamente comerciales: productividad, resistencia, rendimiento (granos por superficie), durabilidad y aspecto.
Consecuencia del modelo agroindustrial se ha generado:
  • Pérdida de diversidad biológica
  • simplificación de las cadenas tróficas
  • destrucción de la prolongada selección artificial de especies, que diera lugar a una extraordinaria variedad genética
  • imposición del uso de agroquímicos (pesticidas) contaminantes
Según datos del artículo de Charles Siebert[5] que publicara la revista National Geographic, el 90% de las variedades de frutas y verduras en EEUU han desaparecido: por ejemplo, de 7.000 clases de manzanas existentes en el S. XIX quedan actualmente menos de un centenar.
En China, también un 90% de especies de trigo ha desaparecido. Y en Filipinas, de miles de clases de arroz solo persisten cien.
Estas extinciones masivas se repiten en todo el mundo. En el siguiente gráfico que incluye el artículo de NG se aprecia el dramático cambio que hemos generado en la biodiversidad alimentaria:
Comparativa de las variedades existentes de algunas verduras y frutas hace 80 años y actualmente (clic para ampliar)
El árbol nos muestra cómo, en unos pocos alimentos, se ha perdido enorme variedad de los mismos. Arriba se lee la cantidad de variedades que existían hacia 1903. El número de abajo, indica la cantidad de variedades que subsiste.

"Cada semilla o raza domesticada era la respuesta a un problema específico (sequía o una plaga) en un lugar concreto".
Un buen ejemplo aportado en el artículo son las ovejas de la raza North Ronaldsay, en las islas Orcadas, que pueden subsistir comiendo sólo algas. O la vaca de la raza Sheko (pequeña, de cuernos cortos y sin joroba) es una buena productora de leche que tolera las condiciones duras y tiene resistencia a la enfermedad del sueño.
Raza ovina North Ronaldsay, en las islas Orkdas. Se alimentan de algas. Abajo, mapa de ubicación de las islas, donde viven solo 20.000 habitantes. Su economía se basa en la agricultura. Fuente: wikipedia

Esta paulatina selección artificial de especies había traído como resultado una enorme variabilidad genética.
Pero en menos de cien años, hemos perdido siglos de conocimiento acerca de mejoramiento genético natural de semillas (cuando ni siquiera se llamaba así) y de animales; lo cual podría incidir en la pérdida de biodiversidad y calidad de sub-ecosistemas.
La creación de una economía de base biológica, gestada desde fines de los '90 y comienzos del milenio, traía la promesa de resolver los problemas energéticos y del cenit del petróleo, los problemas de salud y los problemas de producción de alimentos a través de los OGM[6] y la agroindustria. Las puertas del "Desarrollo Sustentable" estaban abiertas de par en par. 

La ilustración, clásica, muestra lo que debía ser el "Desarrollo Sostenible": el perfecto equilibrio entre naturaleza, producción industrial y urbanismo.

Este gráfico explica el tipo de relaciones entre los tres pilares del desarrollo sostenible: Ecológico, Social y Económico. El espacio donde interactúan los tres y convergen equilibradamente, es el mundo de "lo sostenible". Fuente: wikipedia
Las nuevas tecnologías, principalmente la biología sintética, la bioinformática y la genómica, sostuvieron y sostienen esta bioeconomía, cuyo combustible, son los insumos agrícolas.
¿Qué sucedió, que a más de una década, ninguna de las promesas ha sido cumplida?
Los últimos 500 años significaron el abandono del dominio de la naturaleza y el comienzo de su depredación; al no haber descubierto qué hacer con la biodiversidad como antes sí había sucedido con el fuego.
DEL EXTRACTIVISMO A LA BIOECONOMÍA
La cultura extractivista, nacida con la revolución industrial y desarrollada al calor del capitalismo, muestra hoy sus aspectos más violentos: mega-minería, agroindustria y monocultivos transgénicos, represas faraónicas, gigantescos oleoductos, chatarra espacial, entre otras intervenciones depredatorias de la biodiversidad, están rompiendo lazos muy delicados que podrían tener consecuencias sobre nuestra propia evolución.
Según el ecólogo catalán Ramón Margalef (1993) en la naturaleza existen relaciones de complementariedad altamente complejas entre una enorme diversidad de seres. El resultado es una sorprendente estabilidad, basada en la armonía y las rupturas de esta armonía.
Dicho de otra forma, en la naturaleza la diversidad produce estabilidad y el propio ser humano como parte de los ecosistemas, de la enorme diversidad de seres vivos, sistemas geográficos (montañas, lagos, ríos), de los fenómenos climáticos, es parte de esa estabilidad.
Sistematización gráfica de la cadena trófica acuática del Parque Nacional Morrocoy, Venezuela. Por lo general, la cadena trófica expresa la parte más visible de la complejidad de relaciones de un ecosistema. Observese la interrelación existente entre cada uno de los puntos. Cuando cortamos cualquiera de las líneas que unen los puntos, estamos rompiendo toda la cadena trófica y la producción de biodiversidad. Esto, es lo que hacemos a diario. 
Fuente: wikipedia

La ilustración permite visualizar una cadena trófica de un suelo altamente simplificada. 
Fuente: madrimasd.org
Nelson Alvarez Febles, especialista portorriqueño en agricultura ecológica y biodiversidad agrícola, en un artículo muy ilustrativo, escribe: "los pueblos originarios y las comunidades agrícolas, cultural y ecosistémicamente arraigadas, tienen el mejor expediente histórico de manejo sustentable de la naturaleza entre aquellos que habitamos la Tierra".

Mientras tanto, los genes y los conocimientos ancestrales son activos financieros con valor monetario y debe existir una compensación justa por ellos, según el Protocolo[7] de la Décima Conferencia de partes del Convenio de Biodiversidad Biológica (COP10) celebrada a fines de octubre de 2010 en Nagoya, Japón.
Para el secretario ejecutivo del Convenio sobre Diversidad, Ahmed Djoghlaf, este instrumento legal dará inicio a un “nuevo orden económico y ecológico internacional".
Con su supervivencia en juego, nuestros antepasados fueron capaces de encontrar en el fuego, usos decisivos que lo potenciaron y le permitieron evolucionar hasta estadíos asombrosos.
Es preciso descubrir en la biodiversidad, aquellos usos que nos potencien, en un momento crítico de nuestra especie; y ninguno de esos usos decisivos, parece haber sido discutido en Nagoya.
Prometeo, ya se sabe, es el sueño más lúcido del fuego.


[1] Catedrático  de  Bioquímica  y  Biología  Molecular,  Facultad  de  Medicina,  Universidad  de Castilla La Mancha. Email: Jorge.laborda@uclm.es  
[2] Una investigación desarrollada por expertos de la Universidad de Geociencias de China y de la Universidad de Bristol de Gran Bretaña concluye que el planeta necesitó 10 millones de años para superar la tercera gran extinción. Zhong-Qiang Chen y Michael Benton, Nature Geoscience, http://www.nature.com/ngeo/journal/vaop/ncurrent/full/ngeo1475.html
[4]  Carlos Coviella, Leonardo Malacalza y María Andrea Casset, op.cit.
[6]  Organismos Genéticamente Modificados
[7]  Protocolo Sobre Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se Deriven de su Utilización al Convenio Sobre la Diversidad Biológica.