Propietario del cerebro más
desarrollado de la naturaleza, el Homo Sapiens estaría consumando la 6ta extinción
masiva de especies a partir del extractivismo, símbolo del desarrollo y la
sci-tech, que lo apuntala.
Cocinar los alimentos, que
supuso la facilidad de masticación y de digestión, habría sido causal directa del
espectacular desarrollo del cerebro que nos permitió evolucionar hacia 'Homo
Sapiens': nuestros antepasados aprendieron a usar el fuego y desataron la (r)evolución
que nos trajo hasta aquí. ¿Es la biodiversidad hoy, lo que el fuego para
nuestros antepasados?. En El País de las Amapolas nada, es un accidente natural...
"Close to the Edge". Yes. 1972. (Cerca del abismo). De esos años donde la conciencia ecológica despertaba en el mundo...
DIGESTIÓN Y EVOLUCIÓN
PARA UN HOMO SAPIENS DEPREDATOR
El fuego estaba ahí. Es casi seguro que lo primero que
observaron, cuando lo contemplaron por vez primera en la noche, fue que
iluminaba como un sol pequeño. Más tarde, que servía para cocinar alimentos,
que los hacía más tiernos, fáciles de trozar y más sabrosos. Por fin,
aprendieron a crearlo, sin depender del rayo ni del sol. Lo que continuó fue
vertiginoso.
Los alimentos cocidos, al ser más fáciles de masticar,
permitieron en un lapso de tiempo breve –en términos de evolución-, que la excesiva
mandíbula se redujera, adecuándose al tipo de alimento que se ingería. Esto
permitió el crecimiento de la cavidad craneal.
Eb la ilustración puede visualizarse la reducción de la mandíbula y el crecimiento de la cavidad craneal. A la derecha, el perfil craneal del Homo Erectus. A la izquierda, Homo Sapiens.
Pero había más: los alimentos cocidos no solo eran más
fáciles de masticar sino también de digerir. No del todo carnívoro y no del
todo herbívoro, nuestro aparato digestivo también fue adecuándose a la nueva
dieta, decreció su tamaño y aumentó su efectividad.
Al cocer los alimentos, y gracias al eficaz trabajo
del aparato digestivo, el organismo obtuvo mucha mayor cantidad de energía… Y esa
energía fue utilizada por el cerebro para pegar su espectacular crecimiento y
desarrollo.
¿Por qué, entonces, estamos guiando –a sabiendas- una extinción
masiva de especies?
Todos
los fuegos el fuego
¿Existía ya la humanidad, cuando esta comenzó a controlar
el fuego, o fue el control del fuego lo que nos convirtió en humanos?, se pregunta Jorge Laborda[1]
en "Neuroevolución cocinada".
"El fuego nos hizo humanos; sin él, nunca
hubiésemos desarrollado un cerebro tan grande y una inteligencia superior al resto
de la escala zoológica", responde contundente Richard Wranghan
en "Catching fire. How cooking made us human",
("Atrapando el fuego. Cómo cocinar
nos hizo humanos"), citado por Laborda.
Pero Wranghan dice más y sostiene que las
modificaciones y adaptaciones del organismo del Homo Erectus, produjo un
fenómeno único en la naturaleza: el ser humano no podía nutrirse adecuadamente
a base de alimentos crudos.
Hace 1,9 millones
de años, tras el Australopitecus y el Homo Habilis, surgió Homo Erectus, que traía como novedad una
constitución anatómica diferente; Erectus era una versión notablemente mejorada
en cuanto a tamaño corporal, piernas y pies, y, ayudado por la disminución del
aparato digestivo y del 21% de la superficie mandibular mientras la capacidad
craneal aumentaba el 42%, permitió un crecimiento espectacular del cerebro. Y
con él, produjimos lenguaje.
Evolución del cráneo y tamaño del cerebro: desde el Australopithecus
africanus, Homo habilis, Homo Erectus, Homo Neandertalensis hasta Homo sapiens. La curva indica el aumento del volumen del cerebro (eje vertical) y los millones de años transcurridos. Fuente: www.linternaute.com
Con dibujos simples, este gráfico viene a explicar al anterior y nos dá una pauta del aspecto de nuestros antepasados y el tamaño del cerebro. La ciencia aún no ha encontrado un hommínido con cerebro de mosquito, por lo cual, la existencia de la clase política deberá explicarse desde otra perspectiva.
Fuente: www.plantsciences.ucdavis.edu
Foto de familia de todos nuestros antepasados.
Fuente: blog "cuadernosdealfonsosalazar". blogspot.com
¿Cuánto
cuesta el cerebro?
El cerebro es el órgano más costoso del organismo: consume
el 25% de las calorías de un adulto. En el caso de los bebés, el cerebro
consume el 75% de la energía corporal.
"El aumento de la talla del cerebro y de su coste
energético tuvo que ser compensado por una disminución similar en el coste de
otro órgano", apunta Laborda. Y el órgano que disminuyó su tamaño fue el aparato
digestivo, el encargado de extraer energía de los alimentos.
El cocinado de alimentos fue el disparador de estos
cambios: "La energía que debe
invertirse en el proceso de digestión, en la producción de enzimas
digestivos, etc., es menor que con los alimentos crudos. De esta forma, el
balance energético neto es superior, lo que favorece la supervivencia y la capacidad
reproductiva (…) y (esa energía metabólica) pueden así emplearla en el
crecimiento del cerebro".
"Por último, cocinar los alimentos pudo permitir
más tiempo para usar el cerebro en otras tareas que no fueran conseguir comida".
Del
Homo Sapiens al Homo Depredator o cómo fabricar la sexta extinción masiva de
especies y que parezca un accidente natural
17.291 especies están en peligro de extinción, sobre
un total de 47.677 especies evaluadas. Los datos aparecen en la lista Roja deEspecies Amenazadas de UICN (Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza).
Otros datos muestran que el 21% de los mamíferos
conocidos, el 30% de los anfibios, el 12% de las aves, el 28% de los reptiles,
el 37% de los peces de agua dulce, el 70% de las plantas y el 35% de los
invertebrados evaluados están amenazados.
Investigadores de la Universidad de California (Berkeley)
dirigidos por Dr. Anthony D. Barnosky, publicaron un estudio cuya principal
conclusión es que el mundo podría sufrir la sexta extinción masiva de especies,
en un lapso de tiempo estimado entre tres y 22 siglos.
El Dr. Anthony
Barnosky estudia cómo los cambios ambientales afectan a los ecosistemas y la
evolución, analizando biodiversidad y biogeografía de los mamíferos, desde una
perspectiva paleontológica.
"Estas observaciones sugieren que los humanos
están causando la sexta extinción en masa, a través de la cooptación de los
recursos, fragmentación de hábitats, la introducción de especies no nativas,
diseminación de organismos patógenos, matando a las especies directamente, y el
cambio climático global.
"(…) establecimos un listón muy alto para el
reconocimiento de la extinción en masa, este es la pérdida de la diversidad
extrema, que caracterizó a las muy inusuales Cinco Grandes Extinciones. Nos
parece que la Tierra podría llegar a ese extremo en tan sólo unos pocos siglos,
si las amenazas actuales a muchas especies no se alivian". ('Has the Earth’s sixth mass extinction already arrived?', Nature, 3 March 2011 / Vol 471).
Deforestación de los montes de México. Foto: wltmx.blogspot.com |
Deforestación del Amazonas y reconversión del uso de suelo hacia la agricultura y el monocultivo. Foto: Instituto Brasilero de Información en Ciencia y Tecnología. www.ibict.br |
Veamos en el gráfico que sigue, las 5 extinciones
masivas de especies:
Como se puede observar, los porcentajes de especies
extintas son muy elevados; en promedio, desapareció entre el 60% y el 84% de
las especies en cada una de las extinciones.
No hay certezas acerca de las causas de la extinción pero
sí existen innumerables teorías que van desde una extrema actividad volcánica,
pasando por la acidificación de los océanos hasta meteoritos de proporciones
que chocaron contra la Tierra, provocando el mayor desastre ambiental. ¿Desastres?
¿Evolución?
Se sabe, asimismo, que la recuperación de la fauna y
flora terrestre fue mucho más lenta de lo que se pensaba[2]
¿Ocurrirá una sexta extinción masiva?
Esta pronosticada 6ta. Extinción Masiva, sería la primera
de origen no-natural sino, producto de la actividad mega-depredadora de una de
las especies que habitan el planeta: el hombre, el más grande y letal
depredador de recursos naturales y cuya competencia por los mismos, es contra
todo el resto de las especies. Al apropiarnos de un altísimo porcentaje de esos
recursos, provocamos un desequilibrio que podría atentar contra nuestra propia
evolución.
Agroindustria
vs agricultura familiar y campesina
"Los campesinos invierten mucho, no a través de
mecanismos bancarios sino de su trabajo: construyen terrazas, riegos, aumentan
la fertilidad del suelo y esto trae como consecuencia que la agricultura
campesina es productiva", escribe Jan Douwe van der Ploeg, ingeniero
agrónomo e investigador social en 'Agua, Imperio y Comunidad'[3]
"Por ejemplo, por cada hectárea que riega la
agricultura industrial, quita el agua a siete hectáreas de producción
campesina”.
“Todos los estudios serios existentes afirman sin
dudas que tanto productiva, como económica, ambiental y socialmente la
agricultura familiar es más eficiente que la agricultura empresarial”, remarca
este profesor del Departamento de Sociología de Desarrollo de la Universidad
Agrícola de Wageningen, Países Bajos.
Veamos el siguiente cuadro comparativo entre la
agricultura industrial y la agricultura familiar
Fuente: Agua, Imperio y Comunidad , Jan Douwe van der Ploeg
A esto no debe perderse de vista que en septiembre de
2011, la FAO lanzó un alerta mundial acerca de la degradación de los suelos: "El suelo es
un recurso no renovable. Se degrada fácilmente y su regeneración es lenta,
difícil y costosa".
Los suelos del planeta están sometidos a una cada vez
mayor presión debido a la competencia de 'usos de la tierra'. Su uso intensivo
(monocultivos de soja, por ejemplo) y los cambios de 'uso' que se suceden en
períodos relativamente cortos de tiempo, provocan una degradación dramática, y
al cabo, desertificación y agotamiento de las fuentes de agua.
Dos gráficas que explican la composición del suelo. Fuentes: meted.ucar.edu
y safa.edu.uy
Las estadísticas difundidas por la FAO dan cuenta que
el mundo pierde un 1% de productividad por año, fruto de la degradación de los
suelos. Los científicos afirman que la degradación de suelos, que afecta el 41%
de la superficie del planeta.
El caso de las tierras de la provincia de Bs. As.
(Argentina) es contundente; tierras que durante siglos fueron aptas para el
pastoreo de ganado, hoy están convertidas en un desierto.
Laguna La Tigra, provincia de Santa Fé, otrora, zona de pastoreo de ganado.
Foto: lanacion.com.ar
Prometeo podía robarles el fuego a los dioses y
entregárselo a los hombres; pero si los hombres no hubiesen descubierto qué
hacer con aquel fuego, ¿de qué habría servido aquel acto, aquel gesto y hasta
la misma condena de Prometeo?
EL
DOMINIO DE LA NATURALEZA Y LA SUCESIÓN ECOLÓGICA
A lo largo de su existencia –unos 10.000 años- el homo
sapiens ha buscado domesticar la naturaleza y el entorno en el que vive. No
obstante esta domesticación llevaba un pacto implícito: permitir a la
naturaleza regenerarse.
Proveniente de culturas ancestrales que no han
separado al hombre de la naturaleza, este pacto implícito permitió su dominio y
domesticación, pacto que parece haber sido roto al menos, desde la revolución
industrial.
Antonio Elio Brailovsky, economista y especialista en
Medio Ambiente, aporta un ejemplo por demás interesante. Sostiene que la
Amazonía no es un área completamente natural, porque a lo largo de miles de
años las diferentes tribus indígenas que la habitaron, fueron produciendo
profundos cambios ecológicos. No obstante, estos cambios se realizaron contemplando
la “sucesión ecológica”.
Explicativo como se desarrolla la sucesión ecológica.
¿Qué
es la "sucesión ecológica"?
Un mecanismo que la naturaleza utiliza para
regenerarse. Este mecanismo puede ser descripto así:
1) Las especies pioneras se establecen y alteran el
ambiente abiótico y modifican las condiciones ambientales de manera que nuevas
especies colonicen el lugar y desplazan las especies pioneras.
2) A medida que al lugar se puebla se acumula materia
orgánica en el suelo, esto hace que el ecosistema sea más productivo para otras
especies.
3) Aumenta el número de especies animales y vegetales
en el ecosistema y con ellas el número de niveles tróficos en las cadenas
alimenticias.
4) Se llega al punto de equilibrio (clímax) cuando las
comunidades del ecosistema se autoabastecen.
Imagen que explica la sucesión ecológica primaria, aquella que se produce desde un terreno árido.
Fuente: ecologismo.com
La actividad normal de las tribus descriptas por Brailovsky
era abrir franjas de terreno virgen para cultivar especies similares a las
originales, pero más productivas, a fines de abastecer su alimentación y la de
sus animales. Pasado un periodo de utilización, se abría otra franja de
terreno, que permitía que la selva se regenere y cubra la franja antes utilizada.
Esta práctica, que se sucediera a lo largo de miles de años, ha producido
modificaciones respecto de la selva original; así, buena parte de su
extraordinaria capacidad de (re)producción, podría deberse a su
"artificialización".
Huella
Ecológica
Cuando nos dijeron que 1,8 hectáreas por persona, es
el promedio de consumo de cada ser humano, muchos no entendieron, pero el
problema de la biodiversidad adquiría, a partir del cálculo de la "huella
ecológica", nuevas dimensiones.
Sucede que enterarnos que el consumo promedio total de
cada ser humano, puede ser producido en, aproximadamente, 1,8 hectáreas, nos
permitía visualizar cuánto consumimos y cuál es el costo para la biodiversidad.
El cálculo, en aquel lejano 2001, se encontraba en 'Nuestra
Huella ecológica. Reduciendo el impacto humano sobre la tierra', de Mathis
Wackernagel y William Rees (University of British Columbia, Vancouver, Canada).
La unidad métrica que establecieron es gha/cap (hectárea global per cápita). Las
cifras proporcionadas fueron contundentes.
En EEUU la huella ecológica era de 5,10 ha / persona;
es decir, se necesitaban 5,10 ha. para producir lo que un norteamericano
consume.
En India, la huella es de 0,38 ha / persona
Las equivalencias dan una imagen clara de la carga
ecológica que el consumo per cápita de cada país, provoca en el planeta.
Visto así, queda claro que un estadounidense consume
tanto como 13,42 hindúes, mientras que un habitante mundial promedio, consume
tanto como 4,73 "hindúes".
Otra visualización factible es pensar que 75 millones
de "estadounidenses” consumen tanto como los 1.200 millones de "hindúes".
Estas cifras hoy, se han modificado: EEUU tiene una
huella ecológica de 8.0 y la India, 0,8.
Fuente: Global Footprint Network - CAN (Comunidad Andina de Naciones)
"El planeta podría abastecer las necesidades de
28.000 millones de habitantes 'estilo hindú', pero sólo 2.100 millones 'estilo
norteamericano'", sostienen Carlos Coviella, Leonardo Malacalza y María
Andrea Casset en "Ecología General" (Capítulo VI, Las Poblaciones
Humanas).
Las consecuencias son claras: "Si la población
mundial deseara un estándar de vida semejante al hindú, habría aún lugar para
más de 20.000 millones de personas más. Si en cambio el estándar deseado por
todos es semejante al norteamericano promedio, entonces estamos ya consumiendo
los recursos de casi tres planetas tierra"[4].
Estas cifras también expresan acerca del uso
irresponsable de los recursos naturales y de la diferencia social que determina
el acceso o no a dichos recursos.
Mientras
tanto, en nombre del desarrollo, la industria y parte de la ciencia, piensan cómo
explotar mejor los recursos; es decir, depredar más mientras nos alimentamos
cada vez peor, con menos variedad y calidad de alimentos y recursos proteicos y
todas estas modificaciones, son transmitidas genéticamente.
Blues
de la Extinción: Adiós al 90% de las variedades de Frutas y Verduras
La reducción
de la diversidad de lo que comemos es dramática; gira en torno al 90% solo en
los últimos 100 años, en una tendencia constante hacia la simplificación y
uniformidad.
La
industrialización de la producción de verduras, cereales, frutas, carnes, dirigida
a su cotización bursátil, ha traído como consecuencia el abandono masivo de
miles de variedades en pro de las virtudes exclusivamente comerciales:
productividad, resistencia, rendimiento (granos por superficie), durabilidad y aspecto.
Consecuencia
del modelo agroindustrial se ha generado:
- Pérdida de diversidad biológica
- simplificación de las cadenas tróficas
- destrucción de la prolongada selección artificial de especies, que diera lugar a una extraordinaria variedad genética
- imposición del uso de agroquímicos (pesticidas) contaminantes
Según datos del
artículo de Charles Siebert[5]
que publicara la revista National Geographic, el 90% de las variedades de
frutas y verduras en EEUU han desaparecido: por ejemplo, de 7.000 clases de
manzanas existentes en el S. XIX quedan actualmente menos de un centenar.
En China, también
un 90% de especies de trigo ha desaparecido. Y en Filipinas, de miles de clases
de arroz solo persisten cien.
Estas
extinciones masivas se repiten en todo el mundo. En el siguiente gráfico que
incluye el artículo de NG se aprecia el dramático cambio que hemos generado en
la biodiversidad alimentaria:
Comparativa de
las variedades existentes de algunas verduras y frutas hace 80 años y actualmente
(clic para ampliar)
"Cada
semilla o raza domesticada era la respuesta a un problema específico (sequía o
una plaga) en un lugar concreto".
Un buen ejemplo
aportado en el artículo son las ovejas de la raza North Ronaldsay, en las islas
Orcadas, que pueden subsistir comiendo sólo algas. O la vaca de la raza Sheko (pequeña,
de cuernos cortos y sin joroba) es una buena productora de leche que tolera las
condiciones duras y tiene resistencia a la enfermedad del sueño.
Esta paulatina selección artificial de especies había
traído como resultado una enorme variabilidad genética.
Pero en menos de cien años, hemos perdido siglos de
conocimiento acerca de mejoramiento genético natural de semillas (cuando ni
siquiera se llamaba así) y de animales; lo cual podría incidir en la pérdida de
biodiversidad y calidad de sub-ecosistemas.
La creación de una economía de base biológica, gestada
desde fines de los '90 y comienzos del milenio, traía la promesa de resolver
los problemas energéticos y del cenit del petróleo, los problemas de salud y
los problemas de producción de alimentos a través de los OGM[6]
y la agroindustria. Las puertas del "Desarrollo Sustentable" estaban
abiertas de par en par.
La ilustración, clásica, muestra lo que debía ser el "Desarrollo Sostenible": el perfecto equilibrio entre naturaleza, producción industrial y urbanismo.
Este gráfico explica el tipo de relaciones entre los tres pilares del desarrollo sostenible: Ecológico, Social y Económico. El espacio donde interactúan los tres y convergen equilibradamente, es el mundo de "lo sostenible". Fuente: wikipedia
Las nuevas tecnologías, principalmente la biología
sintética, la bioinformática y la genómica, sostuvieron y sostienen esta
bioeconomía, cuyo combustible, son los insumos agrícolas.
¿Qué sucedió, que a más de una década, ninguna de las
promesas ha sido cumplida?
Los últimos 500 años significaron el abandono del
dominio de la naturaleza y el comienzo de su depredación; al no haber
descubierto qué hacer con la biodiversidad como antes sí había sucedido con el
fuego.
DEL
EXTRACTIVISMO A LA BIOECONOMÍA
La cultura extractivista, nacida con la revolución
industrial y desarrollada al calor del capitalismo, muestra hoy sus aspectos
más violentos: mega-minería, agroindustria y monocultivos transgénicos,
represas faraónicas, gigantescos oleoductos, chatarra espacial, entre otras
intervenciones depredatorias de la biodiversidad, están rompiendo lazos muy
delicados que podrían tener consecuencias sobre nuestra propia evolución.
Según
el ecólogo catalán Ramón Margalef (1993) en la naturaleza existen relaciones de
complementariedad altamente complejas entre una enorme diversidad de seres. El
resultado es una sorprendente estabilidad, basada en la armonía y las rupturas
de esta armonía.
Dicho
de otra forma, en la naturaleza la diversidad produce estabilidad y el propio
ser humano como parte de los ecosistemas, de la enorme diversidad de seres
vivos, sistemas geográficos (montañas, lagos, ríos), de los fenómenos
climáticos, es parte de esa estabilidad.
Sistematización gráfica de la cadena trófica acuática del Parque Nacional Morrocoy, Venezuela. Por lo general, la cadena trófica expresa la parte más visible de la complejidad de relaciones de un ecosistema. Observese la interrelación existente entre cada uno de los puntos. Cuando cortamos cualquiera de las líneas que unen los puntos, estamos rompiendo toda la cadena trófica y la producción de biodiversidad. Esto, es lo que hacemos a diario.
Fuente: wikipedia
La ilustración permite visualizar una cadena trófica de un suelo altamente simplificada.
Fuente: wikipedia
La ilustración permite visualizar una cadena trófica de un suelo altamente simplificada.
Fuente: madrimasd.org
, en un artículo muy ilustrativo, escribe: "los pueblos originarios
y las comunidades agrícolas, cultural y ecosistémicamente arraigadas, tienen el
mejor expediente histórico de manejo sustentable de la naturaleza entre
aquellos que habitamos la Tierra".
Mientras tanto, los genes y los conocimientos ancestrales
son activos financieros con valor monetario y debe existir una compensación
justa por ellos, según el Protocolo[7]
de la Décima Conferencia de partes del Convenio de Biodiversidad Biológica
(COP10) celebrada a fines de octubre de 2010 en Nagoya, Japón.
Para el
secretario ejecutivo del Convenio sobre Diversidad, Ahmed Djoghlaf, este
instrumento legal dará inicio a un “nuevo orden económico y ecológico
internacional".
Con su
supervivencia en juego, nuestros antepasados fueron capaces de encontrar en el
fuego, usos decisivos que lo potenciaron y le permitieron evolucionar hasta
estadíos asombrosos.
Es preciso descubrir
en la biodiversidad, aquellos usos que nos potencien, en un momento crítico de
nuestra especie; y ninguno de esos usos decisivos, parece haber sido discutido
en Nagoya.
Prometeo, ya
se sabe, es el sueño más lúcido del fuego.
[1] Catedrático de Bioquímica
y Biología Molecular,
Facultad de Medicina,
Universidad de Castilla La
Mancha. Email: Jorge.laborda@uclm.es
[2] Una investigación desarrollada
por expertos de la Universidad de Geociencias de China y de la Universidad de
Bristol de Gran Bretaña concluye que el planeta necesitó 10 millones de años
para superar la tercera gran extinción. Zhong-Qiang Chen y Michael Benton, Nature Geoscience, http://www.nature.com/ngeo/journal/vaop/ncurrent/full/ngeo1475.html
[4] Carlos Coviella, Leonardo Malacalza y María
Andrea Casset, op.cit.
[5] El Arca de las Semillas, Julio de 2011 http://www.nationalgeographic.com.es/2011/07/01/arca_las_semillas.html?_page=2
[6] Organismos Genéticamente Modificados
[7]
Protocolo Sobre
Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los
Beneficios que se Deriven de su Utilización al Convenio Sobre la Diversidad
Biológica.
1 comentario:
Muy buenooo!!
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